Lees Orégano y directamente piensas: ¡pizza!
Pero el Orégano no sirve sólo para darle sabor a la pizza, también tiene muchísimas propiedades cómo: ayudar al sistema digestivo, es antiinflamatorio, tiene efectos antioxidantes…
Algo importante que debes saber es que su sabor se va perdiendo con la cocción, por lo que es muy recomendable añadirlo al final de la preparación de tus platos.