De toda la vida, a la Lavanda se la ha conocido por sus propiedades relajantes, antisépticas y/o medicinales como: combatir el insomnio, reducir ansiedad o estrés, calmar irritaciones de la dermis, atender quemaduras o heridas, ayudar con problemas digestivos…
Precisamente, por sus propiedades calmantes, en aromaterapia ha sido y es, muy utilizada. Por eso, hoy te vamos a enseñar cómo hacer aceite esencial de Lavanda.
Para así, poder adentrarte en el maravilloso universo de Lavandas, pero sobre todo, que puedas disfrutar de su aroma y de toodas sus propiedades. ¡Empecemos!
Para poder realizarlo, sólo necesitas:
·Flores secas de Lavanda
·Aceite de almendras u oliva, con este último el resultado puede variar al ser más intenso
·Un cazo
·Una taza o vaso, como medidor
·Un recipiente para guardarlo
Preparación:
- Coger flores frescas de Lavanda
- Poner todas las flores en un recipiente y dejarlas secar al sol durante unas horas (es muy importante que el lugar donde lo dejes sea seco)
- Cuando las flores estén suficientemente secas, machácalas un poco con la ayuda de un mortero. Aunque tampoco demasiado, no vaya a ser que pierdan su esencia.
- Introduce el aceite en un cazo, 3 tazas de aceite por 1 taza de flores.
- Calienta el aceite a fuego lento, y cuando el aceite esté caliente, añade las flores de lavanda. Deja la mezcla en el fuego durante unos minutos.
- Después, deberás colar el aceite, meterlo en un recipiente de cristal (oscuro, a ser posible) con tapa y guardarlo en un lugar oscuro y fresco.
Deberás dejar pasar unos 30/40 días hasta poder utilizarlo. De esta manera, se macerará y estará listo para poder utilizar :).
¿Vas a probar a hacerlo?